Eugènie Grandet (Honoré du Balzac). Burguesía y progreso.
No cabe duda que las revolución francesa marca el inicio del los tiempos contemporáneos de nuestra historia. Pero los cambios no fueron para nada inmediatos: durante tres décadas, la conmoción que supuso la caída de la Monarquía abrió un periodo de grandes esperanzas, pero también incierto y convulso. En un momento determinado, tras la batalla de Waterloo, pareció que el Antiguo Régimen sobrevivía y que por lo tanto la toma de la Bastilla quedaba como un mero suceso puntual. La Revolución de 1830 y la caída definitiva de los Borbones cierra este ciclo: a partir de este momento, en Francia el control del poder quedaba bajo la influencia de los ciudadanos. Una situación muy lejana por descontado a las actuales democracias, pero esencialmente distinta a la que había pervivido durante siglos y siglos, desde los oscuros tiempos del inicio del medievo. Por descontado, detrás de Francia, tanto España como el resto del occidente europeo, seguiría durante el resto del siglo la así senda ma...