Resurección (León Tolstói, 1899). ¿Como salimos de la miseria?
Hasta el siglo XIX los europeos estuvimos sumidos en la más cruel de las miserias. Si nos piden que evoquemos los Siglos XIII, XV, XVI, XVII o XVIII probablemente acudirán a nuestra mente los palacios renacentistas, la pintura de Rubens o Velázquez , las obras de Shakespeare o Cervantes, las grandes catedrales góticas o, en el caso de España los galeones cargados de oro viniendo de un imperio en el que no se ponía el sol. Nada de eso formaba parte de la vida de la inmensa mayoría de los ciudadanos europeos, que probablemente ni siquiera llegaron a saber de la existencia de tales personas, eventos u obras. Su existencia se limitaba a esperar de la suerte (de la providencia) no verse afectados por la peste, las hambrunas o las guerras que ciclicamente les asolaban y, de esta forma, poder malvivir (hasta una edad media del orden de la mitad que la actual) sin ninguna esperanza de dejar a sus descendientes un mundo mejor que el que habían conocido ellos y todos sus ancestros. ¿...