La Familia (Ba Jin, 1933). Un plantea, dos civilizaciones.
Más allá de los tópicos manidos, deberíamos considerar a China como la alternativa a nuestra historia, como la otra forma de civilización que ha venido desarrollándose en nuestro planeta, merecedora de un profundo respeto y en la que podemos ver el resultado de caminos diferentes para el avance y el progreso de sus habitantes. Lo poco que escribieron los autores romanos sobre China trasluce respeto que se convierte en admiración en la etapa de Marco Polo cuando occidente puede advertir el retraso del su medievo frente a un sistema eficiente, ordenado y brillante. Y por descontado Montesquieu, Adam Smith y otros ilustrados ven en oriente un interesante universo paralelo que le sirve para analizar los problemas de la sociedad europea. Sin embargo nuestra visión actual se limita a una especie de sorpresa en la que advertimos tan sólo los efectos de la dialéctica entre el capit...